Bon Iver, i,i (2019)

i,i

Bon Iver, Jagjaguwar, 2019

En i, i, cuarto álbum de la banda, Justin Vernon coge el sonido de Bon Iver y lo vuelve a redefinir como un collage cubista. Todos los elementos están aquí: oleadas de sonido impresionista, letras impenetrables pero tiernas y fascinantes trucos de estudio, animados por la suave voz Vernon, el instrumento que mejor domina.

La guitarra acústica, las trompas y el piano vuelven a ser protagonistas junto con la electrónica que Vernon favorece en sus últimos discos. El estado de ánimo que evoca con estos elementos parece nuevo, aunque no lo sea.

En “I like you / And that ain’t nothing new”, canta simplemente en "iMi". En "RABi", observa: "Bien, todo tiene miedo a morir". Estas cosas no siempre merecen decirse en voz alta, pero Vernon parece estar cantándolas para redescubrir su significado.

Canciones como “Marion” y “Holyfields” son inusualmente sencillas, incluso comparadas con la era de For Emma y Blood Bank. Aquí suena completamente expuesto.

En su cuarto álbum, Justin Vernon vuelve a ensamblar los elementos familiares de Bon Iver como un collage cubista, con su voz sin miedo al frente y al centro. El resultado es la música más honesta y franca de su historia.

Además, en este álbum, hay muchos invitados que acompañan a Venon como James Blake, Moses Sumney y Jenn Wasner de Wye Oak, entre otros, reconocibles en muchas partes del álbum. Incluso Wheezy, colaborador de Young Thug, comparte créditos en la composición y producción.

En su anterior trabajo, 22 a Million, Vernon probó las voces de otros, aunque parecían más como marionetas que había animado que como seres humanos. En este álbum, a los invitados se les permite respirar. Bruce Hornsby puede cantar en solitario en el sencillo “U (Man Like)”.

El propio Vernon canta con más convicción que nunca. Ha cambiado completamente de rumbo, dirigiendo la música, en lugar de filtrarse en ella.

Una canción como "Naeem" está llena de florituras de producción: un coro suave, samples débiles, una batería militar. Todo sirve para resaltar el sonido de la voz distante de Vernon. La letra de "Naeem" es vertiginosa e indescifrable ("Me caigo de un bote de graves / Y el cemento es muy lento"), pero él no se esconde detrás de ellas. Es más, es como si Vernon estuviera sugiriendo que solo el sentimiento puede ofrecer la verdad. En "Naeem" dice "Diles que pasaré / Diles que somos jóvenes mastodontes", arrastrando sus palabras en la segunda línea hasta que casi puedes escucharlo ahogarse.

i,i a menudo trata de reconectarme con alguna idea de un verdadero yo. Vernon escribe sobre las cicatrices y las cosas perdidas: “Eras joven cuando te lo dieron” escribe y canta en “We”. Habla de su capacidad para invocar poderosos sentimientos con palabras simples. “Hey, Ma” es una de las mejores canciones del catálogo de Bon Iver. Conmovedora y explícitamente sentimental. "A tiempo completo, usted habla de su dinero / Mientras vive en una mina de carbón", dice Vernon con una voz especialmente terrenal. En cambio, es como si estuviera ofreciendo la absolución, prometiendo que algo tan simple como una llamada a tu madre es suficiente para compensar la avaricia.

A primera vista, la lista de canciones de i, i es desconcertante, como el 22, A Million. Al seguir escuchando te percatas de que muchos de estos son probablemente homónimos, asentimientos descarados de lo difícil que es entender las letras de Bon Iver.

"Jelmore", por ejemplo, es un fragmento de lo que suena cuando canta "Bueno, ángel por la mañana, sivanna". Y el título del cierre de "RABi" proviene del pareado, "Podría profetizar / podría robarme, sin embargo".

Hay muchas posibilidades interpretativas disponibles en esas palabras, pero ninguna de ellas es tan atractiva como su puro sonido. La música, finalmente, no resulta tan misteriosa como sugieren los títulos de las canciones. Hay una calma y una amabilidad abrumadoras en i, i, y "RABi" es uno de los más tranquilos del grupo. "La luz del sol se siente bien ahora, ¿no?", canta Vernon. No hay un gran simbolismo en la pista, no hay anhelos, no hay ecos envolventes. Lo que emerge es un consuelo que ha eludido a Vernon en lanzamientos anteriores de Bon Iver. "No tengo un plan de salida", canta, tal vez porque no hay ningún otro lugar al que deba ir.